Agricultura ecológica: una buena opción que hay que mejorar


Optar por una agricultura ecológica es posible, y el umbral de posibilidades para aplicarla es amplio, pero no está exento de inconvenientes. La biodiversidad presente en el campo es receptora de los cambios que conlleva tanto un abono orgánico, como la gestión que se haga de las malas hierbas. Precisamente esta, la eliminación de las entretiras, parece estar mucho más implicada en la vida y la muerte de ciertos antrópodos predadores. Este es el caso de una plantación asturiana de manzanos, donde los investigadores han evaluado durante tres años los efectos del abono orgánico y químico, pero, sobre todo, los de algunas técnicas de control de malas hierbas. El mulch (cobertura del suelo con materiales orgánicos o inorgánicos), por ejemplo, provoca una disminución generalizada de la comunidad de insectos. Los herbicidas, en cambio, aumentan la presencia de algunos escarabajos. Diferentes resultados según el tratamiento, pero que dejan en evidencia que hay que cuidar esta biodiversidad, y conocerla más en profundidad. No olvidemos que son los responsables, en gran medida, de combatir las plagas agrícolas.


En agricultura convencional, los manzanos reciben abono químico y la vegetación de la línea de los árboles se elimina con herbicidas. Para conseguir manzanas ecológicas se precisan alternativas. Los abonos orgánicos están disponibles bajo diversas presentaciones (estiércol, compuesto, partículas de materia orgánica) y las malas hierbas se pueden controlar mecánicamente o usando mulch. Sin embargo, el cultivo ecológico y el convencional pueden tener efectos diferentes en las comunidades de insectos que viven en el campo.


En el marco de un proyecto para evaluar los efectos múltiples en los niveles tróficos de los sistemas de agricultura ecológica, comparada con la convencional, y en una plantación de manzanos en Villaviciosa (Asturias), se evaluó el efecto de dos tipos de abono (orgánico o químico) y tres estilos de gestión de las líneas (herbicida, labrado, acolchado) en la actividad de cuatro grupos de artrópodos predadores (arañas, carábidos, estafilínidos y hormigas). Se escogió estos grupos debido a su valor como bioindicadores y por su función como enemigos naturales de diversas plagas de los manzanos, como la carcoma de las manzanas (Cydia pomonella). El estudio se hizo durante tres años (2003 a 2005) y el muestreo fue mensual, y por medio de trampas de caída abiertas durante una semana. Se capturó un total de 4978 individuos. Los más abundantes fueron los carábidos (56.8%), seguidos de las arañas (20.7%), hormigas (14.8%) y estafilínidos (7.7%).


El sistema de gestión de las líneas tuvo un efecto muy superior al del tipo de abono. Había menos predadores, en conjunto, bajo el acolchado. La biodiversidad también resultaba afectada. La riqueza de especies no variaba entre tratamientos en las arañas, hormigas o capturas totales, pero era más alta en los carábidos en las parcelas tratadas con herbicida, y en los estafilínidos en las que recibieron acolchado. Esta variación según el grupo puede ser explicada por una modificación del microhábitat -p.ex. bajo el acolchado hay más humedad y la temperatura es inferior-.


Los resultados muestran que un cambio de abono químico a un abono orgánico es factible sin efectos detectables en la actividad de los predadores estudiados o en su biodiversidad. Por el contrario, un cambio en el tratamiento con herbicida hacia uno con labrado o acolchado sí que puede tener efectos significativos según cuál sea el grupo de artrópodos. La conservación y mejora del control biológico por los enemigos naturales es un punto esencial en la gestión de plagas agrícolas. Por lo tanto, hace falta un conocimiento preciso del papel que cada grupo de predadores juega como agente de control, para poder favorecer selectivamente su actividad y, consecuentemente, el control biológico en plagas de manzanos.


Referencias

Miñarro M., Espadaler,X., Melero, V.X., Suárez-Álvarez, V. 2009. Organic versus. conventional management in an apple orchard: effects of fertilization and tree-row management on ground-dwelling predaceous arthropods. Agricultural and Forest Entomology 11: 133-142.


Xavier Espadaler

Departamento de Biología Animal, de Biología Vegetal y de Ecología

Universitat Autònoma de Barcelona

xavier.espadaler@uab.cat

Casa amable

Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

En Estados Unidos los agricultores han tenido que abandonar cinco mil hectáreas de soja transgénica y otras cincuenta mil están gravemente amenazados. Este pánico se debe a una "mala" hierba que ha decidido oponerse al gigante Monsanto, conocido por el ser el mayor predador de la tierra. Insolente, esta planta mutante prolifera y desafía al Roundup, el herbicida total a base de glifosato, al que "no se resiste ninguna mala hierba".

Cuando la naturaleza se recupera

En 2004 un agricultor de Macon, en Georgia, ciudad situada a unos 130 kilómetros de Atlanta, se dio cuenta de que algunos brotes de amaranto resistían al Roundup con el que él rociaba sus campos de soja.

Los campos víctimas de esta invasora mala hierba habían sido sembrados con granos Roundup Ready, que contienen una semilla que ha recibido un gen de resistencia al Roundup al que "no se resiste ninguna mala hierba".

Desde entonces la situación ha empeorado y el fenómeno se ha extendido a otros estados, Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri. Según un grupo de científicos del Centro para la Ecología y la Hidrología, organización británica situada en Winfrith, Dorset, se ha producido una transferencia de genes entre la planta modificada genéticamente y algunas hierbas indeseables como el amaranto. Esta constatación contradice las afirmaciones perentorias y optimistas de los defensores de los organismos modificados genéticamente (OMG) que pretendía y siguen afirmándolo que una hibridación entre una planta modificada genéticamente y una planta no modificada es simplemente " imposible".

Para el genetista británico Brian Johnson, especializado en problemas relacionados con la agricultura, "basta con un solo cruce logrado entre varios millones de posibilidades. Una vez creada, la nueva planta posee una enorme ventaja selectiva y se multiplica rápidamente. El potente herbicida que se utiliza aquí, a base de glifosato y de amonio, ha ejercido una presión enorme sobre las plantas, las cuales ha aumentado aún más la velocidad de la adaptación". Así, al parecer un gen de resistencia a los herbicidas ha dado nacimiento a una planta híbrida surgida de un salto entre el grano que se supone protege y el amaranto, que se vuelve imposible de eliminar.

La única solución es arrancar a mano las malas hierbas, como se hacía antes, pero esto ya no es posible dadas dimensiones de los cultivos. Además, al estar profundamente arraigadas, estas hierbas son muy difíciles de arrancar con lo que, simplemente, se han abandonado 5.000 hectáreas.

Muchos cultivadores se plantean renunciar a los OMG y volver a la agricultura tradicional, tanto más cuanto que las plantas OMG cuestan cada vez más caras y la rentabilidad es primordial para este tipo de agricultura. Así, Alan Rowland, productor y vendedor de semillas de soja en Dudley, Missouri, afirma que ya nadie le pide granos Monsanto tipo Roundup Ready mientras que en estos últimos tiempos este sector representaba el 80 % de su comercio. Hoy los granos OMG han desaparecido de su catálogo y la demanda de granos tradicionales no deja de aumentar.

Ya el 25 de julio de 2005 The Guardian publicaba un artículo de Paul Brown que revelaba que los genes modificados de cereales habían pasado a plantas salvajes y creado un "supergrano" resistente a los herbicidas, algo "inconcebible" para los científicos del ministerio de Medio Ambiente. Desde 2008 los medios de comunicación agrícolas estadounidenses informan de cada vez más casos de resistencia y el gobierno de Estados Unidos ha practicado importantes recortes de presupuesto que han obligado al ministerio de Agricultura a reducir y después detener algunas de sus actividades.

¿Planta diabólica o planta sagrada?

Resulta divertido constatar que esta planta, "diabólica" para la agricultura genética, es una planta sagrada para los incas. Pertenece a los alimentos más antiguos del mundo. Cada planta produce una media de 12.000 granos al año y las hojas, más ricas en proteínas que la soja, contienen vitaminas A y C, y sales minerales .

Así este bumerán, devuelto por la naturaleza a Monsanto, no sólo neutraliza a este predador, sino que instala en sus dominios una planta que podría alimentar a la humanidad en caso de hambre. Soporta la mayoría de los climas, tanto las regiones secas como las zonas de monzón y las tierras altas tropicales, y no tiene problemas ni con los insectos ni con las enfermedades con lo que nunca necesitará productos químicos [1].

Así "el amaranto" se enfrenta al muy poderoso Monsanto como David se opuso a Goliat. ¡Y todo el mundo sabe como acabó el combate, sin embargo muy desigual! Si estos problemas se producen en cantidad suficiente, lo que parece que va a ocurrir, pronto a Monsanto no le quedará más remedio que echar el cierre. Aparte de sus empleados, ¿quién se compadecerá verdaderamente de esta fúnebre empresa?

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Además, podreis encontrar estos otros articulos: mermeladas, pisto ecologico, pates, pastas, macarrones, bizcochos de espelta, lentejas pardinas, galletas multicereales, garbanzos, zumos, cafe, miel, etc.

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