La comida es un bien básico, sin embargo permanece en manos de unas pocas empresas que determinan su valor. Si a ello sumamos que el precio de los alimentos se determina en Bolsa, la conclusión lógica es pensar que el planeta entero ha perdido la soberanía alimentaria.
Cuando sobreviene una crisis alimentaria en el Tercer Mundo, tendemos a sacar como conclusión que se debe al clima, las guerras o la mala organización de esos países. La mayoría de las veces no sucede eso, sino que la globalización en la producción de alimentos ha dado lugar a que perdamos autonomía alimentaria. Y todo el planeta se encuentra inmerso en ese sistema. No lo advertimos porque hasta el momento podemos pagar los alimentos. Si el arroz subiera ahora mismo un 100%, seguiríamos comprando la misma cantidad, pero un indonesio que dedica el 80% de sus ingresos a la alimentación y que se alimenta mayoritariamente de este cereal, no podría asumir ese sobrecoste. Lo paradógico es que el precio de ese arroz, por ejemplo, no lo determina cada país, sino la Bolsa de Chicago.